Cómo será el museo del futuro

Picture1Se está produciendo una verdadera evolución (y revolución) a medida que se experimenta con nuevas tecnologías en las exposiciones itinerantes y permanentes de los museos. En un post anterior se ha descrito el experimento realizado en la Tate Gallery de Londres (Ver ¿”A qué huelen y saben los colores”? Septiembre 7, 2015). La tecnología está contribuyendo a modificar la experiencia de los visitantes a los museos, facilitando la participación, impulsando emociones y relaciones basadas en la sorpresa, deleite y estima.

Los museos están sumergiéndose en cambios que pueden constituir la mayor revolución en su historia. El avance tecnológico (pantallas a bajo precio, miniaturización mecánica y mayor desarrollo informático) facilitan un muy rico periodo de experimentación de diseños provocadores para las exposiciones museísticas. De esta manera las instituciones pueden atraer a una mayor diversidad de visitantes, interesar y motivar a los jóvenes, y cambiar el formato que las audiencias emplean para el aprendizaje del arte y de la ciencia.

Sin duda, asistimos a una manifestación de gran innovación en los museos, y algunos viven momentos excepcionales para deleitar a sus audiencias. En distintas ciudades del mundo, los principales museos están experimentando con herramientas digitales. Por ejemplo, este último verano el Museo de Historia Natural en Londres presentó una película de realidad virtual que recrea criaturas de 500 millones de años de antigüedad. También este año, el Museo del Holocausto y Centro de Educación en Illinois comenzó a mostrar mediante un vídeo interactivo historias reales de algunos supervivientes del holocausto, y que se espera pronto evolucione hacia una presentación en 3D holográfica. El MET de New York, que hace tres años ha creado su propio laboratorio de medios para investigar cómo las tecnologías pueden modificar las experiencias de las visitas a sus galerías y para probar nuevas ideas o formatos, está explorando una solución muy colorista para presentar sus afamadas piezas del templo de Dendur. De hecho este laboratorio está tratando de proyectarse, y descubrir cómo debería lucir el museo en los próximos 25-30 años.

En algunos casos los museos permiten a los expertos de multimedia que lideren las propuestas. Por ejemplo, una  película que se proyectará el próximo año en el Museo Americano de la Revolución en Yorktown, Virginia, ha sido concebida, escrita y producida no por el museo sino por una empresa externa de diseño. Los curadores del museo fueron consultados durante el proceso, pero la producción fue externa. La película, que mostrará  actores caracterizados y efectos especiales, será proyectada en 4D en una nueva sala de teatro construida especialmente. La sala contará con dispositivos especiales que dispersarán el aroma de pólvora de los cañones, y las butacas vibratorias se estremecerán con los disparos y explosiones. La película de 8 minutos de duración con un coste de producción de 775.000 dólares, ha resultado en una maravillosa presentación apoyada por la tecnología, que permitirá a los visitantes experimentar un documental de forma antes nunca vista.

En el laboratorio de medios del Museo Metropolitano de New York, un equipo de especialistas está probando distintas tecnologías, desde realidad aumentada hasta videojuegos. Su inspiración se basa en el “futuro de la cultura”. Ya han producido la exhibición interactiva de Pollock usando Oculus Rift, un sistema muy novedoso de realidad virtual.

Asimismo, museos de ciencias naturales o los que se orientan a los niños, están desplegando exhibiciones en multimedia. Los de arte, en otros tiempos considerados como tradicionalmente intelectuales o demasiado eruditos cómo para realizar exposiciones interactivas, también están ingresando a este territorio. El año pasado, el museo Young de San Francisco se convirtió en uno de los pioneros al integrar tecnologías llevables cuando utilizó las gafas Google para la exposición de Keith Haring.

Las nuevas tecnologías se han puesto al servicio para captar la imaginación en el cerebro de los visitantes. La particularidad es que en algunas exhibiciones algún museo inhibe el ingreso a los adultos con problemas cardíacos, trastornos psiquiátricos y otras consideraciones de salud. Tampoco los niños menores de 13 años son admitidos, aunque estas limitaciones no han influido demasiado, y la afluencia de público ha demostrado ser masiva.

Para visualizar imágenes sobre el museo del futuro, el vídeo producido por The Wall Street Journal es muy apropiado. Las tecnologías revolucionarán las experiencias en los museos mediante exhibiciones totalmente inmersivas, que sorprenderán y deleitarán a los visitantes.

Puede pulsar en el siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=32pqI1dod8A

Comments are closed.

El Autor

Roberto Álvarez del Blanco

Es una de las principales autorida- des internacionales en marketing y estrategia de marca. Profesor del IE Business School.

Leer más >>

Otros Libros del Autor

 

Publicaciones del Autor

Recent Comments

CONECTA

Subscribe via RSS