Objetos diseñados mediante ondas cerebrales
El diseñador José de la O en México asociado con la empresa Mirai Innovation de Japón están desarrollando un experimento en donde las personas pueden manipular el contorno de una vasija usando solamente pensamientos. Se trata de manipular recipientes mediante un modelo informático genérico usando solo ondas cerebrales. El experimento nace inspirado en la idea que en un futuro próximo las sofisticadas interfaces digitales permitirán a las personas desarrollar actividades creativas, aunque carezcan de las capacidades específicas necesarias para el diseño.
Puede que resulte innecesario el aprendizaje de dibujo, el conocimiento del software 3D, o construir moldes para diseñar y producir piezas de determinados objetos de uso cotidiano.
El experimento se ha desarrollado utilizando un artilugio denominado Aura que la empresa Mirai Innovation utiliza para ayudar a personas que trabajan en sectores de la salud, de la educación, y en actividades empresariales. El casco conector de Aura está compuesto por sensores que monitorizan diferentes bioseñales en el cerebro, e incluye el uso de electroencefalogramas.
Durante el experimento, a dos participantes carentes de conocimientos o capacidades específicas para el diseño de les solicitó sentarse en un sillón confortable en una sala austera, imposibilitados de estar expuestos a algún tipo de distracción que pudiera influir en sus pensamientos. Las personas fueron sentadas frente a una pantalla donde un modelo informático proyectaba una típica vasija. Estaban habilitados para alterar incrementalmente diferentes características como altura y diámetro mediante la relajación o concentración de la mente.
El casco conector de Aura captaba las bioseñales producidas en el cerebro y las transmitía a un operador localizado en una sala contigua, quién introducía los datos a un ordenador. Una vez que los participantes demostraban satisfacción con el formato que habían creado los datos obtenidos se enviaban a una impresora 3D que los convertía en un objeto físico.
Los resultados obtenidos han llevado a los responsables del experimento a asumir que en el futuro los consumidores podrán desarrollar, y disfrutar de mayor responsabilidad para crear aquellos objetos con los cuales comparten la vida diaria. Evidentemente, dudan del papel futuro de los diseñadores, que hoy son vistos como los ¨guardianes¨ de todo aquello que puede ser producido y usado, a medida que los diseños siguen requerimientos de las agendas comerciales e imponen patrones estéticos.
La paradoja que se plantea es: ¿Los diseñadores serán obsoletos, innecesarios? ¿O, más bien evolucionarán hacia estas plataformas de diseño basadas en la lectura del cerebro? ¿Éste nuevo desarrollo tendrá recorrido exitoso?
Para ver el vídeo sobre diseño mediante ondas cerebrales pulsar el siguiente link (1:18),
https://www.youtube.com/watch?v=HhVDvUQKBqI
En otro caso interesante, la diseñadora holandesa Merel Bekking incorpora las neurociencias en su trabajo y la emplea para crear una silla ¨científicamente perfecta¨, basada en los estilos preferidos y subyacentes en el subconsciente de una persona determinada (en este caso concreto Marcus Fairs) y obtenidos de un estudio de su cerebro.
Bekking trabajó con Steven Scholte y el Spinoza Centre for Neuroimaging en Amsterdam para establecer las preferencias de Fairs en su subsconciente. Analizaron las respuestas del cerebro mediante IRMf (imágenes por resonancia magnética funcional), que utiiza campos magnéticos y olas de frecuencia de radio para producir imágenes detalladas de los órganos internos. Beking utilizó la información para crear un mueble personalizado al que imaginó ¨científicamente perfecto¨.
Los escáneres revelaron mayor actividad cerebral cuando Fairs se exponía a colores naranja, plástico, formatos redondeados y sillas, por lo que Bekking desarrolló un diseño que combinaba esas características.
La diseñadora cree que el conflicto surgido a posteriori entre el subconsciente de Fairs y las preferencias conscientes pueden ser el resultado de las presiones sociales, que explicarían su incomodidad cuando enseñaba la silla a los invitados en su casa. Los cambios experimentados en su mente y en sus sentimientos sobre la silla implicarían el lado de consciencia social del proyecto. La reacción inicial a los objetos que nos rodean pueden encontrarse próximas a las preferencias en el subconsciente, pero luego se manifestaría una consciencia social, operando como filtros sobre ellas. Podría no existir una decisión consciente para hacerlo, pero afecta a las relaciones de largo plazo que se desarrollan con los objetos.
Las investigaciones iniciales de Bekking reunieron y culminaron con datos de 20 mujeres y 20 hombres. Los resultados revelaron preferencias por el rojo, plástico, objetos orgánicamente moldeados. Bekking produjo una serie de estos objetos que fueron exhibidos en Milán en 2014.
Proyecto de Bekking de Fabricación de Objetos Mediante el Cerebro exhibido en Ventura Lambrate, Milán.
Retornando al caso anterior. Para determinar las preferencias de Marcus Fairs sobre mobiliario se lo sometió a un estudio mediante escáner por resonancia magnética funcional, donde se le presentaron 240 imágenes diferentes de formatos, colores y materiales. El escaner grabó los cambios en el flujo sanguíneo del cerebro como respuesta a la exposición de las imágenes que estaban mezcladas con algunas que Fairs había suministrado, y que representaban tanto muebles de su agrado, como de su desagrado. Se creó así un ¨una unidad para direccionar datos emocionales¨ que se podía medir y comparar con el resto de sus respuestas.
Esta unidad para datos emocionales se produjo calculando el promedio en las diferencias de los patrones de activación de los diseños positivos y negativos. Para medir las valoraciones del cerebro de los componentes de los distintos diseños, cada uno fue comparado con la unidad para datos emocionales en términos de activación.
Estos experimentos con escaners del cerebro son similares a los que se realizan en neuromarketing para determinar los deseos subconscientes de los consumidores.
A postriori del experimento, luego de escanear su cerebro para establecer los estilos preferidos en el subconsciente, a Fairs le presentaron el resultado físico: una silla giratoria de plástico.
Sin embargo, Fairs que ha tenido que convivir con su silla color naranja por cuatro meses en su casa en Londres se sintió defraudado, e incluso admitió haber desarrollado un desagrado extremo con el resultado.
Silla giratoria surgida del estudio
Silla integrada en mobiliario de la casa
Para visualizar el vídeo sobre la creación de la silla ¨científicamente perfecta¨ pulsar el siguiente link (2:31),
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