¿Qué comeremos en los próximos 100 años? Según científicos (y autores de ciencia ficción)
Ilustraciones de Haruko Hayakawa
Morgaine Gaye es considerada la “futuróloga de la alimentación”. El futuro, según su criterio, tiene que ver con Air Protein, un producto que utiliza la alta tecnología de fermentación para convertir el dióxido de carbono en carne de pollo, carne vacuna, o lo que se desee. Se están invirtiendo decenas de millones de dólares en proteínas alternativas y el aire podría ser una de las claves para alimentar a los 9.800 millones de personas del mundo para 2050.
Esto representa prácticamente 2.000 millones de personas más de las que (no logramos) alimentar hoy, y una cantidad abrumadora de ese crecimiento, predice la ONU, será en el África subsahariano, donde las condiciones del desierto hacen que la agricultura sea todo un verdadero desafío. Luego tenemos ese inquietante tema del cambio climático. Si el planeta se calienta 2,7 grados para 2040, como proyectan los expertos, las implicaciones podrían ser devastadoras. Las sequías en curso, las inundaciones, el clima extremo, todo está sobre la mesa. Lo que puede no estar sobre la mesa: los aguacates de California, que se prevé que se extingan para 2050.
La buena noticia es que la industria alimentaria ya está considerando esas presiones, como Amanda Little investiga y plantea en su revelador libro The Fate of Food. La autora menciona que “desconozco si hay un futuro en el que todos estemos viendo un plato de obleas inyectadas con nutrientes especializados”. “Eso suena como un infierno culinario en el que nadie quiere habitar.“ Son las semillas, las prácticas agrícolas, la tecnología, el agua, la distribución y las innovaciones detrás de la escena las que van a cambiar el contenido de nuestros platos. Little está apoyando los aguacates (aunque podrían tener que ser cultivados en espacios interiores … y costarían U$ 20 la unidad).
Para echar un vistazo de cómo podría ser el futuro de los alimentos, es interesante considerar la opinión de expertos para obtener las predicciones de menús venideros. Para los años 2023 y 2024, los científicos ofrecieron sus ideas sobre cómo podrían cambiar los alimentos. Pero dentro de 100 años, el año 2122, hay que considerar la opinión de personas que no temen hacer algunas afirmaciones audaces: los autores de ciencia ficción.
Lo presentamos a continuación.
2032: 10 Años
En la próxima década, las tiendas de comestibles almacenarán proteínas cultivadas en células. Las células madre se recolectan, se colocan en biorreactores y se alimentan con nutrientes como la glucosa para que se conviertan en carne de pollo, carne vacuna, de cerdo e incluso de pato, (a diferencia de las alternativas de carne que tenemos hoy, que son muy buenas imitaciones hechas con productos vegetales). Estas proteínas no necesitan espacio para pastar y expulsar metano, no desperdician partes no consumidas de un animal y es menos probable que contengan bacterias como la salmonela. Esta es la hamburguesa más allá de Beyond Meat, la marca pionera en producir hamburguesas de carne hechas con proteínas, grasa, minerales, carbohidratos y agua, pero de vegetales.
El Menú
– La hamburguesa cultivada en células de Upside Foods, elaborada en un laboratorio en Berkeley, California.
– Queso americano sin contenido animal hecho con proteína en polvo patentada por la marca Perfect Day’s de proteína de suero de leche sin vaca.
– Bollo horneado con trigo Kernza, un grano abundante con raíces largas que retienen el agua y rejuvenecen el suelo.
– Los buenos pepinillos tradicionales no van a ninguna parte, no entres en pánico.
– Hummus hecho con garbanzos genéticamente editados que pueden soportar el calor extremo y la sequía.
– Picatostes de cebada reciclados que eliminan los desperdicios de alimentos fortalecidos con polvo de algas (rico en nutrientes y gran aglutinante, además de que las algas extraen más CO2 del aire que los árboles).
– Ensalada con lechuga romana de una granja vertical de interior, que puede suministrar productos locales a centros urbanos densamente poblados (donde se prevé que las poblaciones se dupliquen para 2050) sin la necesidad de tierras de cultivo o incluso sol.
– Aderezo de Hidden Valley Ranch, todavía el actual campeón de la categoría, pero por suerte en una botella transformable en compost para entonces
– Un vaso refrescante y limpio de aguas residuales (hiper) filtradas, recicladas y filtradas localmente. En la próxima década, gran parte del mundo experimentará escasez de agua dulce y su costo aumentará, especialmente en climas secos que ya importan agua, como California.
2042: 20 Años
La nutrición personalizada es la idea que más se escucha de los expertos de la industria alimentaria, como la del director de investigación y desarrollo de PepsiCo, que recientemente lanzó un parche de sudor para alertar cuándo necesita más Gatorade (a menudo). Lo que 23andMe hizo por la genética, lo veremos en los departamentos de nutrición y de salud gastrointestinal. Imagina un reloj de pulsera que suena “ping” cuando tu sodio está alto. ¡Divertido! ¡Espeluznante!
El Menú
– Salmón cultivado de manera sostenible y sin residuos. Sí, ya tenemos esto, pero se prevé que la demanda de proteínas aumente un 40 por ciento para 2050. El salmón de piscifactoría tiene un largo camino por recorrer para ser más seguro y menos plagado de piojos de mar (no preguntes), pero si la gente come más pescado que carne vacuna para 2042, le estaremos haciendo mucho bien al planeta.
– Lentejas mejoradas con proteínas (recuerdas, el reloj indicaba que las necesitabas) en un caldo de leche de coco sazonado con pimientos de invernaderos locales porque el clima extremo en América Latina habrá ocasionado que las importadas sean demasiado caras.
– Café helado hecho de granos de Coffea stenophylla medio-ácidos y muy sabrosos que pueden soportar temperaturas más cálidas. Los expertos predicen que alrededor del 60 por ciento de las especies de café podrían extinguirse en los próximos 20 años debido al clima extremo, la deforestación y al desarrollo humano.
– Las freidoras de aire quedan fuera de juego. ¡Los hornos de impresión 3D de encimera que transforman alimentos no perecederos en platos calientes están disponibles! Uno de ellos te horneó un sabroso postre de melocotón con duraznos enlatados que fueron editados genéticamente para condiciones de “bajo frío” (los melocotones necesitan tiempo en frío para desarrollarse a su máximo potencial, y los inviernos más cálidos ya están arruinando cosechas enteras).
– Cobertura con crème fraîche (aunque caro vale la pena) hecho de crema de una granja regenerativa de tamaño mediano en proximidad, que necesitaremos para revivir nuestro suelo y garantizar un suministro de alimentos más confiable. Ciertos alimentos básicos de la dieta estadounidense (carne, aves, productos lácteos) siempre seguirán demandados.
2122: 100 Años
Cuatro escritores de ciencia ficción con libros brillantes y animados publicados este año reflexionan sobre lo que creen que comeremos dentro de cien años. Afortunadamente, nadie dijo Soylent Green.T
El Menú
– Tartar de grillo (criado en el bio-domo de Portland, certificado orgánico) en un lecho de plancton de la Fosa de las Marianas desde el punto más profundo del Océano Pacífico, donde aún hay que explorar las posibilidades de los alimentos. Se sirve en un plato detarta de hongos comestibles de Le Creuset, una marca que seguramente perdurará incluso cuando las innovaciones culinarias pasen de las cocinas a los laboratorios de biotecnología. Este bocadillo es descrito por la mente inventiva de Sequoia Nagamatsu, autora de How High We Go in the Dark, que involucra generaciones (y atmósferas) drásticamente moldeadas por una devastadora plaga mundial …
– Mejillones cultivados de manera sostenible en un caldo de cítricos cubierto por una gigantesca lima suprema, dice Sarah Blake. Es la autora de Clean Air, que tiene lugar en un futuro cercano donde las plantas producen polen venenoso para salvar los ecosistemas del planeta, matando a una tonelada de humanos mientras que el resto vive en cúpulas y se alimenta con productos de gran tamaño cultivados por robots.
– En Goliat, el novelista Tochi Onyebuchi imagina un futuro en el que los ricos han despegado hacia colonias espaciales, dejando el resto en la Tierra arruinada por la radiación. Dentro de cien años, los granos de café se extinguirán (una posibilidad real), por lo que Onyebuchi nos augura bebiendo java hecha de semillas de okra, una importante piedra de toque cultural de la cocina negra incluso en el postapocalipsis.
– Chips de tortilla impresos en 3D hechos de pasta hidropónica de frijoles negros, con salsa de queso clonada en células y jalapeños, todos provenientes de granjas aéreas en la atmósfera superior de Venus. En su visión optimista del futuro, la autora Martha Wells imagina a personas que viven en estaciones espaciales o en otros planetas después de que los recursos de la Tierra se hayan agotado (¡no querrás enterarte de la versión pesimista!). La próxima serie de fantasía de Wells, Witch King, se presentará en mayo de 2023.
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